Álvaro García
El Sistema de monitorización biométrica Dellait (DBMS) es una herramienta de monitorización integral de fabricación suiza que lidera el mercado de este sector. Este sistema realiza un seguimiento de las vacas lecheras cuando entran o salen de la sala de ordeño, lo que suele ocurrir de dos a tres veces al día, dependiendo de la frecuencia del ordeño. Si se utiliza un sistema de ordeño robótico, las vacas serán monitorizadas cada vez que visiten la unidad, lo que puede duplicar fácilmente el número de observaciones. En una lactancia de 305 días, esto se traduce en, al menos, 610 monitorizaciones por vaca en una rutina de ordeño convencional, lo que proporciona una mayor precisión de todos los parámetros.
Actualmente, el DBMS evalúa dinámicamente los cambios en la condición corporal de cada vaca y, mediante algoritmos integrados, predice con precisión el peso corporal actual, las variaciones de peso a lo largo del tiempo, y la altura de las novillas en fase de crecimiento. Además, este sistema evalúa la locomoción de cada vaca cada vez que pasa por la sala de ordeño, lo que permite detectar a tiempo cualquier cambio su forma de caminar. De este modo, se puede intervenir rápidamente en caso de cojera, mejorando la eficacia del tratamiento, y reduciendo al mismo tiempo el uso de fármacos, la duración de los tratamientos y los costes asociados.
Hasta ahora, el DBMS proporcionaba estos datos a través de números y gráficos para que los usuarios los interpretaran por sí mismos y determinaran cuál era la mejor forma de actuar. Actualmente, gracias a la integración de la inteligencia artificial, este sistema ayuda a detectar el problema y recomienda las medidas de actuación más eficaces para mejorar la salud de las vacas. Este avance se traduce en una mejora del bienestar animal y una mayor longevidad de las vacas dentro del rebaño.
Ejemplo práctico
Al acceder al DBMS, lo primero que aparece en pantalla es una imagen como la siguiente. Este es un ejemplo de una granja comercial real que lleva un tiempo considerable utilizando el sistema con buenos resultados.
Lo primero que aparece en pantalla son las «Alertas», es decir, aquellas vacas que el sistema ha indicado que deben recibir atención. Actualmente, hay 252 alertas en esta granja, de las cuales 57 están categorizadas como «graves». Esta cifra puede variar en función de la configuración de las alertas, que son personalizables para cada granja. Por razones de privacidad, se ha suprimido el nombre de la granja, pero en esta zona aparecería el nombre correspondiente. Después de las alertas, aparecen los siguientes datos: la fecha, el número total de vacas en leche (1.155), el número de animales monitorizados (1, ya que se trata de vacas individuales), la producción media de leche por vaca (30,6 litros) y el total de leche producida ese día (35,30 litros).
La siguiente sección corresponde a la puntuación de la condición corporal (CC), que es uno de los principales indicadores de la salud y estado físico de las vacas. En el centro de la imagen se muestra la distribución de la CC, con una media de 3,5, que es la ideal. A continuación, se muestra su distribución en el rebaño, con aproximadamente un 60% de las vacas con una CC de 3,5 (línea verde) y alrededor de un 30% sobre condicionadas (línea naranja). Las vacas con sobre condición, aunque son menos, requieren mucha atención, ya que un exceso de grasa corporal puede dar lugar a trastornos metabólicos, problemas en el parto y reducción de la fertilidad. A la derecha de esta columna, se encuentra un gráfico que ilustra la distribución de la CC y resume lo mencionado anteriormente. El usuario puede elegir en este gráfico qué grupo desea analizar, eliminando con un clic del ratón los que no le interesen.
La última fila se centra en los parámetros de la producción lechera. El primer gráfico muestra la producción media de leche por vaca, que es de 30,6 litros, con intervalos de producción segmentados en incrementos de (0-10 litros, 10-20 litros, etcétera). Dicha segmentación permite visualizar claramente la distribución de la producción de leche en el rebaño. El siguiente gráfico muestra la distribución porcentual de la producción de leche en los últimos 15 días, categorizada en intervalos de 20 litros (0-20 litros, 20-40 litros, etcétera). Este desglose muestra el porcentaje de vacas que se encuentran dentro de cada intervalo de producción. Además, este sistema permite excluir grupos específicos para concentrarse en los de mayor interés, lo que permite realizar un análisis específico de los intervalos de producción. La última gráfica de esta fila de la primera página del informe analiza la distribución de la producción de leche en función de los días en leche (DEL), mostrando que este rebaño presenta una curva de lactación típica. Dicha curva se caracteriza por un aumento inicial de la producción de leche tras el parto, que alcanza un máximo, seguido de un descenso gradual a medida que avanza la lactación. Supervisar esta distribución es crucial para identificar las vacas que superan los niveles de producción esperados, además de evaluar su persistencia en lactación. Por persistencia se entiende la capacidad de una vaca para mantener la producción de leche después del pico de producción, lo que es vital para garantizar la productividad global del rebaño. Al realizar este análisis, es posible identificar a las vacas de alto rendimiento y tomar decisiones informadas sobre las prácticas de gestión, con el objetivo de optimizar el rendimiento de la lactación en todo el rebaño.
Vamos a centrarnos en la sección dedicada al análisis individual de las vacas. Dada la complejidad y el detalle del informe, analizaremos una sola vaca. Debido a su gran extensión horizontal, lo hemos dividido en dos partes y, en esta ocasión, solo se muestran los datos de las tres primeras vacas. Los parámetros de cada vaca están codificados por colores: verde (sin problemas), naranja (vigilar de cerca) y rojo (requiere atención inmediata). De las 1.155 vacas registradas, nos centraremos en la vaca número 1, la cual presenta una alerta roja relativa a la producción de leche (como se muestra en la segunda captura de pantalla).
Esta vaca, cuyo número de identificación en la granja es el 1, es una vaca de 4 años, en segunda lactación, con 191 días en leche. En su lactación anterior tuvo un problema, como indica su prolongado periodo seco de 251 días. Fue inseminada dos veces, la última el 15 de septiembre, y no ha vuelto a inseminarse desde entonces, lo que sugiere que podría estar preñada. Ahora, vamos a abordar los aspectos preocupantes. En primer lugar, su puntuación de condición corporal (CC), marcada en «naranja» (vigilar de cerca); en esta fase de la lactación, su CC ideal debería ser de 2,98, pero actualmente es de 4,32.
Cuando la vaca número 1 pasa por debajo de la cámara 3D, el sistema RFID la identifica inmediatamente y vincula su identidad al proceso de recopilación de datos de la cámara. A continuación, la cámara 3D capta una serie de imágenes desde múltiples ángulos. Mediante algoritmos avanzados, estas imágenes son procesadas y convertidas en una densa nube de puntos de datos (como se muestra en la imagen inferior) que traza los contornos del cuerpo y las principales características anatómicas. Gracias a este modelo 3D tan detallado, el sistema puede estimar con exactitud la condición corporal, el peso y la estatura de la vaca, lo que permite obtener mediciones precisas en tiempo real, cruciales para monitorear su salud.
A continuación, haremos clic en el icono del gráfico de la CC para analizar su evolución a lo largo del tiempo. Al observar la evolución de los gráficos, queda claro que su cojera (línea verde) fue irregular durante los primeros 90 días en leche, con recaídas en torno a los 50 días en leche que coincidieron con caídas considerables de la producción de leche (línea azul). La línea verde vertical de puntos marca su última inseminación a los 145 días en leche, confirmándose su gestación a los 192 días en leche (línea roja vertical). Este retraso en la gestación puede atribuirse a varios factores. En primer lugar, es probable que la cojera irregular que se observó durante los primeros 90 días en leche repercutiera en su bienestar general y su productividad, como muestran los descensos en la producción de leche en torno a los 50 días en leche. La cojera suele afectar a la capacidad de la vaca para moverse con comodidad y puede provocar estrés, dolor y una reducción del consumo de alimento, lo cual puede influir negativamente en el rendimiento reproductivo. Cuando una vaca sufre de cojera, la energía que en condiciones ideales debería emplearse en la reproducción se destina a controlar el estrés físico de la enfermedad, lo que puede retrasar la concepción.
Además, su puntuación de condición corporal (CC) muestra que perdió peso en los primeros 60 días de lactación, como era de esperar, lo que sugiere que podría no haber tenido un balance energético óptimo para favorecer la expresión del celo durante las primeras etapas de la lactación.
En el campo de inteligencia artificial (IA), podemos escribir lo que queramos preguntar al sistema, que en este caso es: «Interpreta lo que ves en estos gráficos y sugiere una forma de actuar», y después pulsamos el botón verde que aparece debajo del gráfico. A continuación, se muestra la respuesta, pero como es difícil de leer debido al tamaño de la letra, hemos copiado y pegado las recomendaciones de la IA en el cuadro de texto que aparece más abajo. Una característica destacable del sistema es que la respuesta puede proporcionarse en casi 80 idiomas diferentes, según las preferencias del usuario.
Análisis de los datos de las vacas lecheras
Producción de leche
Según los datos, la producción de leche aumentó de 31,63 kg el 25 de abril a un máximo de 68,59 kg el 13 de mayo, para luego descender de forma constante hasta situarse en torno a los 30 kg a finales de octubre. Esta subida y bajada de la producción es habitual a medida que la vaca progresa en su ciclo de lactación.
Puntuación de la condición corporal (CC)
La CC empieza en 4,2 y muestra fluctuaciones a lo largo de todo el periodo de referencia. Hacia la mitad del periodo, se produce un descenso notable de la CC, que alcanza un mínimo de 3,34, para luego aumentar gradualmente hasta alcanzar un valor de 4,32 hacia el final. Esto sugiere que ha habido cierta pérdida y recuperación de la condición corporal, posiblemente debido a las demandas metabólicas asociadas a la producción de leche.
Puntuación de la locomoción
La puntuación de la locomoción es variable, oscilando entre 2,3 y 3,5. Estas fluctuaciones pueden ser indicio de problemas transitorios relacionados con la salud o molestias de las pezuñas. La puntuación es relativamente estable y no parece indicar una cojera grave (es decir, una puntuación superior a 4).
Procedimiento sugerido
Producción de leche
Dado que el pico de producción de leche de una vaca va seguido de un descenso progresivo, hay que asegurarse de que la dieta se ajuste adecuadamente para prevenir una pérdida de peso excesiva a medida que avanza la lactación. Se debe hacer hincapié en una nutrición equilibrada que cubra las necesidades energéticas.
Puntuación de la condición corporal
Los cambios en la CC apuntan a que es necesario controlar y ajustar el consumo de alimento para mantener una condición corporal óptima, especialmente durante los periodos de mayor producción. Es fundamental garantizar que la vaca tenga acceso a forrajes y concentrados de alta calidad para satisfacer sus elevadas necesidades nutricionales.
Puntuación de la locomoción
Es necesario examinar periódicamente a la vaca para detectar cualquier signo de cojera o problema relacionado con las pezuñas. También es recomendable implementar un plan de cuidado de las pezuñas que incluya recortes preventivos y la provisión de camas limpias y secas para minimizar los problemas de locomoción.
En resumen, se debe controlar de cerca el estado de las vacas mediante revisiones sanitarias periódicas, un seguimiento nutricional y ajustes en la gestión para hacer frente a cualquier fluctuación en los parámetros de rendimiento. Es importante abordar los posibles factores de estrés que puedan afectar negativamente a la producción de leche o a la condición corporal.
En conclusión, el DBMS no sólo mejora la gestión individual de las vacas mediante datos obtenidos en tiempo real, sino que también contribuye a mejorar la salud y la productividad del rebaño gracias a una detección temprana. Este sistema es fundamental para la optimización de las explotaciones lecheras, ya que proporciona datos que permiten tomar medidas para mejorar la eficiencia y el bienestar de los animales. Entre sus principales ventajas se destacan las siguientes:
- Monitorización precisa de alta frecuencia: este sistema permite llevar a cabo un seguimiento periódico y detallado, con un mínimo de 610 registros por vaca durante una lactación estándar de 305 días. Este elevado nivel de vigilancia permite obtener datos más precisos sobre cada vaca.
- Seguimiento dinámico de la condición corporal y el peso: para controlar el rendimiento de las vacas es esencial realizar un seguimiento y una predicción del peso corporal, la CC y el crecimiento. Por ejemplo, una CC elevada puede indicar que existe riesgo de trastornos metabólicos, algo que el DBMS puede detectar de manera temprana.
- Puntuación de la locomoción para la prevención de cojeras: este sistema puede identificar los cambios más sutiles en la marcha, los cuales podrían ser una señal cojera o problemas en las pezuñas. Intervenir de manera temprana reduce los costes de tratamiento, limita el uso de medicamentos y ayuda a mantener el confort, mejorando en última instancia la productividad.
- Inteligencia artificial como apoyo para la toma de decisiones: la IA ayuda a los ganaderos a interpretar los datos y recomienda cuáles son las estrategias más adecuadas. Esta función incrementa el valor del sistema, ya que reduce la carga que supone analizar manualmente datos complejos.
- La visualización de los parámetros de todo el rebaño: El DBMS permite visualizar de forma clara y con un sistema de códigos de colores, los momentos en que los parámetros más importantes, como la CC y la producción de leche, se desvían de los valores deseados, lo que permite a los responsables de la granja identificar rápidamente a las vacas que necesitan algún tipo de cuidado.
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