Inclusión de proteína hidrolizada de algodón en pienso de arranque de terneros

Álvaro García

Los terneros jóvenes representan el futuro de una granja lechera y necesitan ser alimentados de modo que puedan expresar todo su potencial genético durante su vida productiva. Son muchos los factores que pueden afectar a su óptimo desarrollo, como errores en el manejo, enfermedades y nutrición subóptima.

A pesar de los esfuerzos del productor, algunos de estos factores estresantes pueden aparecer y comprometer su bienestar, afectando de forma negativa a su crecimiento. Las deficiencias de vitaminas (como la vitamina E), por ejemplo, afectan a su capacidad para hacer frente al estrés oxidativo y obstaculizan el desarrollo de su inmunidad adquirida.

Tomar medidas adecuadas para reducir el estrés representa un ahorro en el uso de los antioxidantes naturales que son necesarios para otras funciones corporales importantes. Algunos alimentos poseen factores antinutricionales, y cuando se incluyen en la ración pueden perjudicar aún más al metabolismo.

La harina de algodón es un alimento tradicional comúnmente utilizado en vacas lecheras adultas. Su competitivo precio en comparación con otros alimentos de origen vegetal lo convierte en un alimento atractivo. Sin embargo, es una fuente relativamente pobre de los aminoácidos lisina y metionina, y contiene gosipol, un aldehído fenólico que inhibe varias enzimas deshidrogenasa.

En vacas en lactación, su inclusión ha dado como resultado una mejora de la producción de leche al mismo nivel que la colza o la harina de soja. Su uso en terneros neonatales sin un rumen completamente desarrollado está contraindicado ya que a esta edad los terneros funcionan como un animal monogástrico, sin las propiedades beneficiosas de desintoxicación del rumen. Este problema se ha abordado en investigaciones recientes mediante el uso de hidrólisis enzimática o microbiana.

¿Qué son los péptidos bioactivos?

La hidrólisis transforma las proteínas de la semilla de algodón en péptidos más fáciles de digerir y desnaturaliza sus factores antinutricionales. En experimentos con animales no rumiantes, los péptidos de la dieta han mejorado la palatabilidad, el crecimiento, la eficiencia alimenticia y la salud.

La inclusión de un aislado de proteína de soja hidrolizado de (19.7% de materia seca; MS) en pienso de arranque para terneros mostró un rendimiento similar en comparación con los terneros de control alimentados con leche descremada en polvo; esto indicó una mejora de la disponibilidad de proteínas y la inactivación de factores antinutricionales.

Una ventaja de estos péptidos es que sus propiedades antioxidantes, antihipertensivas e inmunomoduladoras van más allá de su importancia nutricional tradicional, lo que les ha valido el nombre de “péptidos bioactivos”.

Los péptidos liberados por la neutrasa de la proteína de semilla de algodón aparentemente han mostrado una fuerte actividad antioxidante que le da a este producto propiedades que exceden su valor nutritivo. El reemplazo de la harina de soja por harina de algodón fermentada (rica en péptidos de pequeño tamaño) dio como resultado una mejora del crecimiento, la inmunoglobulina sérica y el estado oxidativo de los pollos de engorde.

Recientemente se realizó un experimento (B. Dolatkhah et al. 2020) para determinar con precisión los efectos de alimentar a terneros neonatales con proteína de semilla de algodón, obtenida mediante hidrólisis enzimática, rica en péptidos bioactivos, y evaluar sus efectos como un aditivo nutricional y funcional.

Los parámetros medidos se relacionaron con la productividad, los parámetros metabólicos, el metabolismo ruminal del nitrógeno y el desarrollo del rumen de los terneros neonatales.

Las terneras y terneros Holstein con un peso de 40.4 ± 2.13 kg se separaron de sus madres al nacer y se colocaron en corrales individuales con camas de virutas de madera. Los animales recibieron 4 l de calostro en las 3 h posteriores al nacimiento, y luego se alimentaron con leche de transición dos veces al día. Se extrajeron muestras de sangre 24 horas después del consumo de calostro y se obtuvo la proteína total en suero con un refractómetro digital para evaluar la transferencia de inmunidad pasiva.

Solo se incluyeron en el estudio los terneros con un nivel de proteína sérica superior a 5.8 g/dl. Después, los terneros recibieron leche de desecho pasteurizada (11.5% de MS, 2.8% de proteína y 3.2% de grasa) dos veces al día desde el día 0 al 50, seguido de una vez al día desde el día 51 al 56. Se alimentó con 5, 6, 5 y 3 l de leche durante las semanas 1-2, 3-4, 5-7 y 8, respectivamente. El destete se realizó el día 56 y el experimento terminó el día 70.

Los terneros fueron agrupados por sexo y asignados aleatoriamente a 1 de 4 piensos de arranque:

  1. Harina algodón = 0% inclusión
  2. Harina algodón = 2% inclusión
  3. Harina algodón = 4% inclusión
  4. Harina algodón = 6% inclusión

El contenido de proteína y fibra bruta de la harina de algodón fue de 45 y 8%, respectivamente. Los hidrolizados de proteína de semilla de algodón se clasificaron en cuatro fracciones de acuerdo con sus pesos moleculares, menos de 1,000, 1,000-2,000, 2,000-5,000 y más de 5,000 Daltons por 48.9, 21.1, 17.5 y 12.5% de los péptidos totales, respectivamente.

Las dietas fueron isonitrogenadas e isocalóricas y cumplieron con los requisitos del NRC (National Research Council) 2001. Otros alimentos incluidos en el pienso fueron copos de maíz laminado al vapor y heno de alfalfa picado (7%).

Suplementar con harina de algodón el pienso de arranque perjudicó el crecimiento y el desarrollo ruminal e intestinal

El aumento de las concentraciones de harina de algodón redujo el consumo del pienso de arranque durante el pos-destete (d 57 a 70) y durante todo el periodo de estudio (d 1 a 70). Las ganancias diarias promedio tendieron a disminuir linealmente a medida que aumentó la harina de algodón en el pienso de arranque. Los resultados de este estudio también mostraron que agregar un 2% de harina de algodón mejoró la capacidad antioxidante de los terneros, pero no favoreció el desarrollo del rumen.

Suplementar con harina de algodón al 6% el pienso de arranque perjudicó el crecimiento y el desarrollo ruminal e intestinal, al tiempo que indujo un mayor estrés como lo demostraron las concentraciones más altas de cortisol.

El peso del retículo-rumen y del omaso vacíos así como el grosor de la pared del rumen fueron menores en los terneros suplementados con harina de algodón al 6% en comparación con todos los otros tratamientos al final del estudio.

Los resultados mostraron un efecto cuadrático del antioxidante: los terneros alimentados con 2 y 4% de harina de algodón tuvieron la mayor capacidad antioxidante total, mientras que los alimentados con 0 y 6% tuvieron la menor capacidad antioxidante tanto al destete como al final del estudio. La concentración sérica de cortisol fue mayor en terneros suplementados con 6% de harina de algodón, lo que sugiere que estaban experimentando estrés.

Parece ser que en este experimento los terneros lactantes no se beneficiaron de la harina de algodón en el pienso de arranque.

Referencia

B Dolatkhah, G R Ghorbani, M Alikhani, F Hashemzadeh, A H Mahdavi, A Sadeghi-Sefidmazgi, H Erfani, P Rezamand. Effects of hydrolyzed cottonseed protein supplementation on performance, blood metabolites, gastrointestinal development, and intestinal microbial colonization in neonatal calves. J Dairy Sci. 2020 Jun;103(6):5102-5117.

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