Sistemas de producción lechera basados en pastoreo de alfalfa

Maria Villagrasa & Fernando Diaz

El pastoreo presenta ventajas económicas, de sanidad y bienestar animal si se compara con la crianza en confinamiento total. Sin embargo, es necesario conocer y tratar de forma adecuada cada pasto para aprovecharlo al máximo. Una de las especies más utilizadas para el pastoreo es la alfalfa, sobre todo en climas templados.

La alfalfa tiene por término medio un 8% de pectinas, un 10% de hemicelulosas, un 25% de celulosa y entre 7-8% de lignina. Por ello, asegura un rápido tránsito digestivo, un aporte significativo de fibra soluble y una alta capacidad tampón. Es una buena fuente de macrominerales, especialmente de calcio, cloro y potasio. Su contenido en microminerales (manganeso, cinc), vitaminas (E, D, biotina y provitamina A) y pigmentos es elevado.

La magnitud de la respuesta productiva de la alfalfa depende de factores como la cantidad de animales, la variedad utilizada, la intensidad y frecuencia de defoliación, etc. En este sentido, un estudio (Lemus V. et al, 2020) desarrollado en México, evaluó qué factores influyen en la producción de alfalfa para pastoreo y rendimiento lechero en un grupo de vacas que pastaban alfalfa bajo diferentes regímenes de manejo durante tres años.

La pradera se estableció en el 2005 con pastos de Dactylis glomerata (pasto ovillo), Lolium multiflorum (raigrás italiano), Festuca arudinacea (festuca), Bromus inermis (bromo inerme), y Medicago sativa (alfalfa), pero para el 2009 la alfalfa era la especie dominante.

Se estimó la masa de pasto ofrecida (kg MS/ha) como la masa de pasto existente en la pradera previa al pastoreo, y la masa de pasto residual como la masa vegetal pospastoreo. Para cada periodo de pastoreo se registró el tiempo de recuperación entre defoliaciones (en días). La tasa de acumulación del pasto se calculó como la masa de pasto ofrecida divida entre el tiempo de recuperación.

Las vacas se mantuvieron siempre en pastoreo y consumieron suplementos ofrecidos en corral antes del ordeño. El suplemento fue alimento balanceado comercial y/o grano de maíz rolado (1.8 kg) y heno de pradera (1.6 kg) de MS por vaca por día.

En los tres años estudiados, el promedio de área efectiva destinada al pastoreo fue de 12.4, 17.8 y 22.2 ha y la densidad de animales fue de 3.63, 3.03 y 2.75 vacas/ha año. Por otra parte, el nivel de utilización de la pradera fue de 75, 71 y 73 %.

Producción de alfalfa

Del 2009 al 2011, el área de pastoreo fue creciendo y el nivel de suplementación decreciendo, lo que dio lugar a una producción de MS de: 17.3, 14.7 y 13.5 kg MS/ha año.

Se observó una relación entre la tasa de acumulación del pasto y la tasa de crecimiento. La tasa de acumulación del pasto mostró un comportamiento estacional con mayor acumulación en el verano (en promedio 82.6 kg MS/ha día) y menor de noviembre a febrero (28.5 kg/ha día).

Por otra parte, la temporada de crecimiento duró 173 días (desde mediados de abril hasta mediados de octubre) y la tasa de acumulación del pasto fue menor que el promedio durante 192 días, es decir, algunos más de los que duró la temporada de crecimiento. Es durante este periodo que se tendría que mejorar la tasa de crecimiento del cultivo de alfalfa y la suplementación del ganado para reducir el déficit alimentario.

Por lo que respecta a los valores de la masa de pasto residual estos fueron notablemente bajos de diciembre a febrero y mucho más altos de junio a agosto (en promedio 296.6 kg/ha y 668.0 kg/ha). Lo mismo sucedió con la masa de pasto ofrecida cuyos niveles fueron más altos de junio a agosto (2,347.3 kg/ha).

También se observó una relación directamente proporcional entre el pasto residual del mes anterior y el pasto ofrecido , aunque de diferente forma según el periodo del año. Este patrón de producción del cultivo de alfalfa, sobre todo de noviembre a febrero, sugiere que existe el potencial para obtener una mayor masa de pasto para ofrecer si la masa de pasto residual estuviera entre 400-600 kg de MS/ha para maximizar de este modo la tasa de acumulación de alfalfa en el siguiente ciclo de pastoreo. Además, a menor masa residual pospastoreo, menor es la energía metabolizable proveniente de la pradera, siendo importante compensarla con la adición de alimento suplementario.

Respecto a la composición química del cultivo de alfalfa, la concentración energética fue particularmente alta en otoño (1.13 Mcal/kg MS). El contenido de MS fue más alto en primavera (25.9%) que en otoño (22.0%). Se encontró una correlación significativa entre la masa de pasto ofrecida y la proteína de modo que los niveles de proteína fueron altos desde el otoño hasta el invierno, con concentraciones más altas de noviembre a febrero (22.4%) que el resto del año (21.9%). La concentración de fibra neutro detergente fue de 46.9% en primavera y de 44.3% en otoño y la de cenizas fue de 3.6% en primavera y de 3.1% en otoño.

Producción de leche

Las vacas en lactación se incorporaron estacionalmente: el mayor número de junio a agosto y el menor, de diciembre a enero. La producción de leche por hectárea estuvo relacionada con el número de vacas en lactación: la producción de leche por vaca fue menor en los meses de septiembre a noviembre (13.1 kg/vaca día) en comparación con los demás meses del año (16.5 kg/vaca día).

Respecto a los parámetros productivos, al analizar la producción de leche durante los tres años respecto a las variables ambientales, de la pradera y de la composición del alimento se observó que la temperatura diurna, el consumo de energía mensual a partir de la pradera y el consumo de energía mensual del alimento concentrado explicaron la producción de leche (19,290, 13,419 y 12,563 kg/ha año), de sólidos totales (2,409, 1,638 y 1,554 kg/ha año) y de grasa (727, 523 y 496 kg/ha año).

Estos resultados concuerdan con la utilización de la pradera: en 2009 el nivel de utilización de la pradera fue menor gracias a la buena disponibilidad de concentrados en ese año. Sin embargo, en 2010 y 2011, en ausencia de concentrados suficientes, al aumentar el nivel de utilización de la pradera se observó un efecto negativo en los resultados productivos. Se cree que si se aumentara la masa de pasto ofrecida por encima de 2,000 kg/ha y la masa de pasto residual a 600 kg/ha kg se encontraría un equilibrio entre la producción animal y la de la pradera.

Conclusiones

Los desajustes en la producción de pastos y los picos de rendimiento de leche fueron notables, lo que indica la necesidad de sincronizar mejor las fases anuales en este sistema de pastoreo.

La suplementación alimentaria es necesaria en el ganado que pasta con alfalfa y debe aplicarse estratégicamente durante ciertos periodos del año, teniendo en cuenta cuál es el objetivo de la producción total de sólidos lácteos.

Referencia

Vicente Lemus Ramírez, Aurelio Guevara Escobar, Juan Antonio García Rodríguez, Delia Gaspar Sánchez, José Guadalupe García Muñiz, David Pacheco Ríos. Milk production in dairy cows grazing alfalfa (Medicago sativa) in the central Mexican highlands. Rev Mex Cienc Pecu 2020;11(1):1-18.

© 2020 Dairy Knowledge Center. All Rights Reserved.

Suscríbete a nuestra Newsletter

Nutretain Silage Inoculants

Maximize your forage potential with Nutretain,

25 years of proven succes